domingo, 29 de mayo de 2011

COMENTARIO DE TEXTO: "LA JUNTA DE EVALUACIÓN"

El profesor entra a la junta de evaluación. En ella hace ver a los demás profesores la situación en la que se encuentra. Un grupo de alumnos a los que él da clase no tiene disciplina alguna. El profesor no está dispuesto a cambiar esta situación de indisciplina. Opta por considerar a los alumnos como adultos y emplear las sanciones que el considere oportunas.

Tras analizar esta situación, he llegado a la pregunta ¿por qué el ser humano se muestra tan indiferente en determinadas ocasiones? Esta es una pregunta que ya formulé anteriormente en clase y creo que la historia del profesor en la junta de evaluación está bastante relacionada con esta pregunta.

Antes de profundizar y responder a esta pregunta debo explicar el término indiferente para un mayor entendimiento de la pregunta. El mostrarse indiferente quiere decir que el ser humano se comporta de forma pasiva, es decir, le da igual todo lo que es ajeno a él. En este caso al profesor no le importa un bledo su grupo de alumnos y pasa de intentar cambiar la situación. Únicamente se limita a poner las sanciones que crea necesarias.

Uno de los motivos por los que el ser humano se muestra indiferente es porque busca sus intereses. Mientras que el hombre consiga sus objetivos lo demás le da totalmente igual. En el caso del profesor, lo único que le importa es cobrar su sueldo diario. Mientras que cobre todo lo demás le da igual por muy malo que sea. El profesor se encuentra una clase difícil en la que el nivel de disciplina está por los suelos y no hace nada para remediarlo. Se limita a cruzarse de brazos y a pasar del tema. Llega a un punto en el que decide que los alumnos son totalmente adultos y que se deben aplicar una serie de sanciones. Con la aplicación de estas sanciones no se consigue nada en cuanto a subir el nivel de disciplina. Al contrario, se empeora la situación ya que en la relación profesor-alumno se incrementa la tensión.

El segundo de mis argumentos está relacionado con el miedo. Se puede dar la situación en la que el ser humano se encuentre ante un reto difícil. El ser humano debe actuar, pero surge el miedo a las consecuencias que esa actuación pueda desatar. Puede que sea el caso del profesor. Se encuentra ante una clase difícil, sin disciplina. Como profesor que es debe poner orden y mejorar la situación. A la hora de actuar le entra el miedo y llega a hacerse la pregunta: ¿qué podría pasar si actúo? La pregunta puede tener múltiples respuestas. Podría darse el caso en que la actuación fuera positiva y los alumnos comenzaran a tener más disciplina lo que llevaría a un progreso como clase. Sin embargo, podría darse el caso en el que la actuación desencadenara consecuencias negativas como agresiones al profesor, ignorancia hacia el mismo… En definitiva, todo se resume en una situación de incertidumbre acompañada de miedo.

Mi tercer argumento es la falta de paciencia. Hay personas que tienen muy poca paciencia y que a la mínima ocasión se vienen abajo y renuncian a sus objetivos. También puede ser una de las causas que impulsó al profesor a comportarse de ese modo. Quizás intentó cambiar la situación en la que se veía envuelta la clase, pero viendo que su empeño no daba frutos renunció a su propósito. Creo que no se debe tirar la toalla tan pronto porque las situaciones no se pueden cambiar de un extremo a otro en cuestión de segundos. Se necesita paciencia, tranquilidad y esfuerzo tanto por parte del profesor como de los alumnos.

Un último argumento para explicar la indiferencia de las personas es el dejarse llevar. En muchas ocasiones, como he dicho anteriormente, nos encontramos ante una situación difícil. Tenemos que pensar cuál es la mejor salida ante esa situación. Nos puede entrar el miedo como en el argumento nº2 pero también pueden surgir otras salidas. Muchas veces optamos por lo que haría la mayoría de la gente ante una situación similar a la nuestra. En el caso del profesor, al ver una clase tan difícil de controlar opta por hacer lo que haría un profesor en su situación. En su caso pasa de la clase olímpicamente y decide ir a la junta de evaluación y poner en común la situación en la que se encuentra.

En conclusión, son muchas las causas que llevan a la indiferencia humana. Aquí he resumido las que se adaptan más al caso del profesor. En cualquiera de los casos quisiera hacer hincapié en el tema de la paciencia. No debemos venirnos abajo a las primeras de cambio. Hay que luchar hasta el final ya que las cosas serán fáciles en ocasiones pero en otros momentos serán difíciles y hay que estar preparados para todo. Juntemos la paciencia y otros elementos como el respeto para conseguir nuestros objetivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario